En el exterior, las actividades al aire libre son muy variadas; desde esquí, hasta paseos en barco y catamaranes por sus grandes lagos, hasta senderismo y escaladas. El clima austríaco no suele ser ningún incordio para disfrutar de las bellezas y riquezas del país, aunque siempre es recomendable viajar entre los meses de mayo y septiembre. En verano, las temperaturas suelen rondar los 25°C, mientras que en invierno pueden llegar a los -3°C.
Y como la gastronomía austríaca en base a escalope de ternera a la vianesa, bizcochuelo relleno de mermelada y el vino más picante del mundo, tampoco nos decepcionará, el viaje a tierras austríacas siempre estará justificado.