Velas –o al menos una luz adecuada que no sea el fluorescente de la cocina–, una música apropiada y aceites y cremas de masaje, serán los complementos ideales para descubrir nuevas zonas que tus manos encontrarán simplemente deslizándose por cada recoveco de su cuerpo. Esto no quiere decir que te ciñas a las cercanías a sus órganos sexuales, pero no olvidarlos y hacer cosquillas por esas áreas aumentará la excitación y el deseo de que te vayas acercando cada vez más
Fuente: El Confidencial