Apoyar la planta de sus pies en tu pecho para que sienta tu respiración, acercártelos a la cara e incluso mordisquearlos o lamerlos, pueden derivar en todo un triunfo o en un completo fracaso desconcertante. Presta atención a las señales.
5. El completo: todo el cuerpo
¿Por qué centrarte en una sola zona cuando puedes masajear su cuerpo entero? Es importante que utilices el peso de tu cuerpo para activar cada zona que toques. No en plan peso muerto, sino que ella pueda sentir que son tus manos las que le agarran y están dando placer.
Lo ideal es conseguir la sensación de desnudez de cuerpo con cuerpo, dejando total libertad al sentido del tacto como todopoderoso del placer. Puedes empezar el masaje con ella sentada apoyando su cuerpo sobre tu pecho y masajeando sus brazos de arriba abajo antes de tumbarla y hacer lo propio con el resto de espalda, cuello, hombros, cintura, coxis, las piernas… Un completo de los pies a la cabeza que es conveniente que compagines con fuerza y caricias.