Ya en el norte peninsular, específicamente en Tarragona, uno de los secretos más antiguos de Cataluña se abre paso entre la Sierra de Pàndols y la Serra de Cavalls. Se trata de las pozas de la Fontcalda. Una fuente termal de agua cálida ubicada en el curso del río Canaletes. Dichas pozas se esconden en las zonas donde el río se estrecha, por lo que parecen excavadas en las rocas.
Nos trasladamos nuevamente al centro para llegar a la provincia de Cáceres. En esta podemos gozar de la Garganta de los Infiernos. Forma parte de la Reserva Natural del Valle del Jerte. Con vistas espectaculares, estos pilones se han formado por la erosión del agua sobre el granito rocoso. Con un poco de senderismo previo podremos disfrutar de toda su hermosura.
Como si fuese sacado de un cuento, Asturias nos hipnotizará con la piscina natural de Gulpiyuri (en la imagen), confeccionada por el mar que filtra su agua salada por entre las rocas para formar una pequeña playa triangular escondida en el horizonte. Rodeadas por campos de labranza y sin vistas al Cantábrico por el Roquedal, esta piscina natural es un oasis entre la tierra y el mar.