Las piscinas naturales emergen como un entorno idílico en medio de un paisaje que puede ser agreste, pero también pueden generarse naturalmente en zonas donde el dominio de los ríos y el mar es el común denominador.
En España podemos mostrar con satisfacción estas inspiraciones de la naturaleza, que dan como resultado un espacio de agua que parece ideado por ella con el único fin de otorgarnos frescor, tranquilidad, y exclusividad, ventajas inigualables para sentir que por lo menos, en ese espacio determinado, dominamos todo lo maravilloso que nos rodea.
En este artículo pretendemos homenajear a la naturaleza, a sus brillantes reacciones, a sus decisiones silenciosas, pero llenas de genialidad, y que dan como resultado las 15 piscinas naturales más bonitas de la Península.
En primer lugar, tenemos que situarnos en la provincia de Ávila, concretamente en Arenas de San Pedro. Situadas en la Sierra de Gredos, esta región ofrece al viajero dos piscinas naturales forjadas en medio de esta magnífica cadena montañosa.