Únicamente se limita el consumo como: opcional, moderado y responsable. Una definición más que ambigua que deja margen a determinar personalmente la cantidad de alcohol a ingerir. Una decisión que ciertos expertos y nutricionistas han calificado de vergonzosa después de haber quedado más que demostrado que la «recomendada copa de vino al día» no otorga ningún tipo de beneficio a nuestra salud, más bien todo lo contrario.
Las reacciones por parte del sector nutricionista, que esperaban un cambio necesario en estas recomendaciones, no se han hecho esperar:
«Lo que esto provoca es que la gente siga creyendo que no hace daño y, no nos olvidemos, el alcohol es hepatotóxico»- Gabriela Uriarte, Dietista y Nutricionista
«En esta guía sobra el alcohol. No tiene beneficios para la salud. A nivel social su consumo está muy interiorizado, pero no debería estar incluido en la pirámide. Los antioxidantes que puede aportarnos, por ejemplo, el vino podemos obtenerlos de otros alimentos sin necesidad de ingerir alcohol»- Eider Sánchez, Dietista Nutricionista de Policlínica Gipuzkoa.
Se aprueba la incorporación de suplementos
Otra novedad que ha sido fuertemente criticada ha sido la inclusión de suplementación en la pirámide nutricional, a modo de opción personal, concretamente en la cúspide de la misma. Según el revuelo mediático creado en torno a este tema, el clamor viene básicamente de la mano de que este tipo de productos no son realmente alimentos, por lo que no deberían de ser incluidos en una pirámide oficial.