Además, les envenena ya que penetra en su cuerpo por diferentes vías, lo que les produce muerte por asfixia y otros trastornos. Al provocarles una debilitación del sistema inmunitario, también se vuelven más susceptibles a desarrollar infecciones de diferentes tipos.
No hay que olvidar que, debido a que impide que la luz entre en el agua, la fotosíntesis se verá reducida o eliminada, según los casos, lo que tiene consecuencias en toda la red trófica ya que si no hay vegetales, no hay herbívoros; y sin éstos tampoco hay carnívoros.
Los seres humanos tampoco nos salvamos de esto. Aunque no lo parezca, nos vemos afectados por estos desastres ecológicos cuando consumimos pescado que ha ingerido el hidrocarburo.
Así que, ya sea por puro egoísmo o porque demos valor a la naturaleza, está en manos de todos el mantener libre de petróleo al océano. Debemos recordar que la naturaleza no depende de nosotros, pero nosotros sí dependemos de la naturaleza.