Observando los resultados de un estudio en Madrid durante el 2010, podemos concluir que los deportistas de elite tienen una mejor capacidad para establecer metas, una mejor preparación mental antes de la competición, mejores habilidades para mantener la concentración y manejar la ansiedad, una mayor resolución para afrontar obstáculos y un mayor control de pensamientos. Más detalladamente, estas son las características de estas habilidades:
- Establecimiento de metas: Es conveniente antes de una competición plantearse qué objetivos perseguimos y qué vamos a hacer para conseguirlos. Para que sean eficaces, los objetivos han de ser concretos, reales, medibles y controlables.
- Preparación mental y ensayo mental previo a la competición: En otras palabras, es positivo preparar la competición, seleccionar la táctica o estrategia a usar, anticipar posibles adversidades, cómo afrontarlas, etc.
- Mantener la concentración: Es importante saber mantener la atención ante los estímulos relevantes, en qué hay que hacer y no fijarse en estímulos irrelevantes (ej: gritos desde las gradas, actuaciones arbitrales…) Para ello, es conveniente entrenar rutinas que permitan al deportista lidiar con las distracciones.
- Control de pensamientos: Cuanto mayor sea el número de pensamientos positivos o imágenes positivas mejor será el rendimiento del deportista, ya que favorece su motivación y su esfuerzo.
- Manejo de la excitación y ansiedad: Es importante que el nivel de activación sea el óptimo para obtener un buen rendimiento.
- Afrontamiento de obstáculos: Muy relacionada con la fuerza mental y con la tenacidad de una persona. Para conseguir afrontar los obstáculos es bueno anticipar y ensayar posibles estrategias para prevenirlos y/o solventarlos.