Un mismo acontecimiento de actos puede ser bien diferente según a que cosas prestes atención. Pensamientos negativos activan tu sistema simpático que te prepara para que estés a la defensiva, atento a cualquier amenaza, bien para huir o bien para luchar, pasando por alto otros estímulos que también existen pero no eres capaz de observar.
Si día a día te preparas para lo peor, para el “piensa mal y acertarás” prestarás atención a los hechos que demuestren tus pensamientos. Pienses lo que pienses, seguramente encuentres cualquier motivo que lo justifique. Pienses lo que pienses, te creerás que tienes razón porque cuando pensamos en algo, lo damos importancia y avisamos a nuestro sistema nervioso para que esté atento y nos avise cuando encuentre algo similar. Por ello, las embarazadas ven más embarazadas por la calle o cuando nos compramos un coche determinado vemos más coches como el nuestro.
Verás la realidad según las lentes que lleves puestas ese día. Si vives en blanco y negro no te deslumbrarán los colores de la vida.