Hace seis años, Schuler Benson, de Arkansas, Estados Unidos, ingresó por una falla en Facebook a una cuenta de una completa desconocida. Su nombre era Celeste Zendler, de Colorado. Mientras él estaba dentro de su cuenta, comenzó a actualizar estados esperando que alguien le dijera cómo salirse de ahí y solucionar el problema.
Celeste ingresó a su cuenta consciente de lo que estaba ocurriendo y comenzó a conversar con Schuler. Ambos intentaron solucionar el problema pero nada funcionaba. Luego de una semana decidieron agregarse a Facebook a ver si eso daba resultado, y así fue.
Posteriormente, nunca se eliminaron de sus listas de amigos. Durante dos años estuvieron viendo los estados que el otro ponía e intercambiando likes. Una cosa llevó a la otra y comenzaron a salir, sin haber estado juntos en persona ni una sola vez.
Benson se decidió el 2014 y le pidió matrimonio. ¿La manera más apropiada? Ingresando a la cuenta de Celeste de Facebook y pidiéndole a través de la red social.