Apareció la referencia 305 (en la imagen). Un prodigio de la tecnología con unas líneas finas y estilizadas que no parecía ser una continuidad de la marca sino un punto y como bien marcado. La base de la caja Luminor 1950 había sido determinante. Un movimiento P. 9000 y una baja de titanio satinado hacían el resto.
Pero ahí no quedo la cosa, para rizar el rizo, se creó la referencia 382 que con una caja de bronce satinado le transmitía esa sensación de que ese reloj había estado sumergido en el fondo del océano durante décadas y que emergía con toda su fuerza para ponerse a tu disposición.