Tenemos dos grandes marcas, tenemos unos modelos que están a la altura de las exigencias, distribución en todas las grandes relojerias donde están sus hermanos Panerai pero…. ¡Rotundo fracaso! No tuvieron la acogida esperada, no gustaban como sus hermanos mayores, tampoco los aficionados a las carreras y a la marca automovilística italiana acogieron bien estos relojes. Precios demasiados elevados cuando la misma marca vendía otros relojes -de calidad muy peor- con su logo a precios muchísimo más baratos.
En 2010, esta joint venture tocoó a su fin y Ferrari buscó una nueva aliada en alta relojería (Hublot). ¿Qué nos encontramos a día de hoy? Muchos de estos modelos siguen en escaparates o con los precintos aún puestos, se ofrecen con descuentos increíbles. Podemos tener un reloj precioso de altísimas prestaciones a un precio muy inferior al que se fijó.
La relojería no escapa al poder del mercado y muchas otras empresas y proyectos han sucumbido. Otro día hablaremos del Anonimo, también relacionado con Officine Panerai.