La difícil situación económica y social en la que están sumergidos la mayor parte de países de dentro y fuera de la Unión Europea ha provocado que la situación de abandono educativo —en muchos casos por las elevadas tasas y la escasez de ayudas— y el desempleo juvenil se conviertan en una lacra de la que parece complicado salir.
Con uno de los porcentajes de paro juvenil más altos de Europa —por encima del 40%, situando al país con la segunda tasa más alta de toda la UE—, en España las políticas educativas y laborales no dejan de ser cada vez más ineficaces. Con modificaciones en el sistema educativo que no sirven sino para ponérselo más difícil a los estudiante, y con un aumento de los contratos temporales que ofrecen menos garantías de lograr un empleo estable y de calidad.
Según el último informe Education at a Glance 2016 de la OCDE, España sigue presentado una de las situaciones más desoladoras para los jóvenes y su futuro. A pesar de que los datos revelan que el porcentaje de ninis españoles se ha reducido respecto al año 2014, pasando del 24,3% al 22,8% en el año 2015, nuestro país continúa a la cabeza de los países de la OCDE con las cifras más altas en cuestión de abandono escolar y desempleo entre jóvenes de 15 a 29 años.