El acto sexual no tiene por qué tener un orgasmo, no es la meta. El objetivo es intimar con la otra persona y mostrarle que la amamos
Muchas mujeres creen que es inadecuado, una especie de defecto, no ser capaz de conseguir un orgasmo solo gracias a la penetración del órgano sexual masculino. Contestaron por ejemplo que «todas las mujeres de verdad lo consiguen», o que el estímulo del clítoris durante el coito «no resulta agradable». Otras en cambio han empezado a quitarle importancia al clímax en sí. Una de las participantes contestó: «El acto sexual no tiene por qué tener un orgasmo, no es la meta. El objetivo es intimar con la otra persona y mostrarle que nos preocupamos por ella y la amamos».
El orgasmo, confirma el estudio, no siempre es parte de la interacción sexual, y probablemente cambiará dependiendo del contexto y del resultado deseado.
¿Te preocupa la satisfacción de tu pareja? Deja de centrarte en el dónde y en el cómo. Los mejores orgasmos se consiguen con todo el cuerpo. O al menos con clítoris y vagina a la vez.