Olvídate del pene, de la vagina y del clítoris: la nueva zona erógena de moda está mucho más cerca de lo que pensábamos. Y puede proporcionar una gran satisfacción.
Vivimos en un momento de la historia en la que el hombre está descubriendo a marchas forzadas que las partes de su cuerpo destinadas al placer son muchas más de las que sospechaba. Hace no tanto tiempo, el pensamiento tradicional aseguraba que tan sólo el pene y la vagina, los órganos relacionados con la reproducción, podían proporcionar satisfacción carnal. Un craso error, especialmente en el caso de las mujeres, en cuanto que este prejuicio provocó el olvido del clítoris, tan esencial en el orgasmo femenino.
Potencialmente, cualquier parte del cuerpo puede tener un potencial sexual. Especialmente aquellas que participan de manera activa en el juego erótico, como el cuello o la oreja. Entre todas ellas, sobresale una (o, mejor dicho, dos) por encima de todos: los pezones. No cabe duda de que se trata de una potente zona erógena, como demuestra que se endurezcan al sentir excitación sexual pero, ¿es posible afirmar que estas protuberancias que comparten tanto hombres como mujeres pueden ocasionar orgasmos?