“Cuando ves a un paciente que logra eyacular solo, con la masturbación, y no lo consigue cuando está con su pareja, se llevan a cabo ejercicios en pareja”, manifiesta Bustamante. Uno es masturbarse estando la otra persona en la misma habitación, aunque no esté mirando. Otro es que, cuando está a punto de eyacular, acabe de masturbarle la otra persona. Otra estrategia es masturbarse, si la pareja es una mujer, cerca de la vagina de la pareja y, cuando el nivel es muy alto y se está a punto, penetrar y eyacular dentro. Son ejercicios progresivos que buscan perder el miedo y romper el desequilibrio entre el sistema simpático y el parasimpático.
Por su parte, Óscar Ferrani, divulgador sexual y especialista en juguetes eróticos, declara que determinados artículos pueden ayudar a superar estos problemas en cierta medida. Los hombres, explica, disponen de diversas plataformas orgásmicas; aquellas áreas anatómicas que, estimuladas con la excitación adecuada, activan el protocolo del orgasmo. “Hay juguetes eróticos que están diseñados para estimular la plataforma orgásmica genital y los hay para estimular otras zonas como el área más cercana a la próstata a través del conducto anal. Para la próstata existen masajeadores prostáticos que van a favorecer nuestra conciencia orgásmica”, describe.