Existe una gran variedad de cafés en función de su origen y propiedades organolépticas. Las dos principales variedades son la variedad arábica, apreciada por su sabor más suave, aromático y sus notas de acidez y la variedad robusta de un perfil más amargo y con cuerpo.
La concentración de cafeína en la variedad arábica es aproximadamente la mitad que en la variedad robusta. Con semejante variedad, las mezclas de cafés o «blends» dan lugar a una inmensidad de perfiles de taza que se adecuan a los gustos de cada consumidor alrededor de todo el mundo.
Las propiedades de una bebida tan universal como el café han sido estudiadas en profundidad a lo largo de los años ya que el café no solo es apreciado por su aroma y sabor, sino también por sus propiedades estimulantes, tanto para el cuerpo como para la mente, y es que el café ayuda restaurar y mantener el estado de alerta, además de mejorar la concentración y el rendimiento.