El consejo “consuma más fibra” es uno de los más difundidos en el campo de la nutrición. Las autoridades sanitarias instan constantemente a comer frutas, verduras, cereales integrales y legumbres, todos alimentos ricos en fibra.
[pullquote]Aunque la fibra aporta muchos beneficios, muchas de las indicaciones de salud en relación a ella resultaron ser falsas cuando se investigaron[/pullquote]Siguiendo esas indicaciones, se dice que el colesterol bajará sus niveles, el estreñimiento se aliviará y varias enfermedades podrán ser prevenidas.
Pero las investigaciones puntuales no respaldan del todo estas declaraciones. Aunque la fibra tiene beneficios importantes, muchas de las indicaciones de salud en relación a ella resultaron ser falsas cuando se las puso bajo investigación.
Es cierto, entonces, que la fibra ha sido sobrevalorada, pero no hay que caer en confusiones: aún es parte de una dieta saludable.
¿Qué es la fibra?
Dicho de manera simple, la fibra dietaria son los carbohidratos indigestibles que se encuentran en los alimentos. Clásicamente se las divide en dos grupos teniendo en cuenta su solubilidad en agua:
- La fibra soluble se disuelve en agua y puede ser metabolizada por las bacterias “buenas” dentro del sistema digestivo.
- La fibra insoluble no se disuelve en agua.
Otra forma más útil de categorizar a las fibras es como “fermentables” y “no fermentables”. Esto apunta a si las bacterias estomacales pueden usarlas o no.