Tanto las almendras crudas como las tostadas son alimentos ricos en fibra, proteínas, vitaminas, hidratos de carbono y minerales. No obstante, hay algunas pequeñas particularidades que hacen que unas sean más saludables que las otras.
Si comparamos las almendras crudas con las tostadas, estas últimas pierden parte de sus propiedades antioxidantes al ser cocinadas. Es por eso, que las crudas contiene menos grasas insaturadas que las tostadas ya que estas últimas se cocinan con aceite.
Por lo que se refiere a proteínas, las almendras crudas al no ser tratadas conservan todos los aminoácidos esenciales naturales, mientras que las almendras tostadas carecen de alguno.
A pesar de que tengan diferencias nutricionales muy mínimas, las almendras crudas son más saludables que las almendras tostadas ya que las primeras no requieren de ningún tratamiento para ser comidas y conservan así todos sus nutrientes. En cambio, las almendras tostadas al ser asadas y aliñadas con sal, con aceite o con miel pierden muchas sustancias nutricionales y pasan a ser alimentos más calóricos.