Si dormiste entre siete y ocho horas y no consumiste una cena muy alta en carbohidratos, este momento es ideal para hacer ejercicio, este meta análisis revisó una serie de investigaciones al respecto y determinó que entrenar en ayunas reporta mayores pérdidas de grasa como combustible. Por otro lado, en este estudio, quienes durmieron de siete a ocho horas cada noche presentaron menor índice de masa corporal y niveles reducidos de hormonas asociadas con la acumulación de grasa, como el cortisol.
Baja intensidad y hasta por una hora
En múltiples investigaciones, como la antes citada, se ha demostrado que entrenar antes de desayunar tiene efectos positivos para el cuerpo, especialmente si las rutinas que se realizan son de baja o media intensidad. A estas intensidades también se ha mostrado un mayor consumo de grasa.
En cuanto a la duración de los entrenamientos, hacerlos en estas condiciones por más de una hora puede provocar pérdida de masa muscular, efecto negativo para tus objetivos, pues al reducir tus músculos, también se disminuye tu quema calórica total. Por lo tanto, limitar estos entrenamientos a 60 minutos o menos garantizará el mantenimiento de tu musculatura.
Tómate un cafecito antes
¿Te encanta el café por las mañanas? Tenemos buenas noticias para ti. La cafeína es la única sustancia con beneficios probados científicamente para incrementar el rendimiento durante el entrenamiento físico, aumentar tu tasa metabólica (las calorías que quemas durante el día) y movilizar las grasas para usarlas como fuente de energía.