Ser hombre hoy, con todas sus consecuencias, no es tarea fácil. Los hombres de hoy estamos sujetos, consciente o inconscientemente, a patrones sociales que, a veces, aunque absurdos, prevalecen y dominan nuestras vidas.
[pullquote]Nos pusieron -y lo aceptamos- el listón muy alto. Probablemente la respuesta esté en recopilar lo mejor de nuestro pasado, presente y futuro[/pullquote]¿Qué creemos que se espera de nosotros? Que seamos hombres con sentido del humor, creativos, generosos, nobles, respetuosos, sensibles, tiernos, comprensivos, buenos escuchadores, fieles, buenos amantes y compañeros, paternales, amigables, colaboradores en tareas domésticas y familiares…
Pero también con sentido de la orientación y perspectiva, que sepamos tomar decisiones, perseverantes y resistentes, protectores, que ofrezcamos seguridad, fuerza, pasión y deseo sexual y, sobre todo, que sepamos lo que queremos y vayamos a por ello (dirección, objetivo, metas o, más profundo todavía, nos dejemos llevar por el ser interior, intuitivos…), ganadores en potencia y luchadores natos. Total: ¡una joya!