Hoy en día estudios han demostrado que este tipo de medicación no proyecta ningún beneficio al respecto, ni sirve como prevención de la EA o demencia. De hecho, investigaciones han puesto de manifiesto que una dieta baja en grasa y con consumo de estatinas puede incluso aumentar el riesgo de enfermedades como el Alzheimer.
Más cuidado con los carbohidratos y el azúcar
Quizá deberíamos prestar más atención a otro tipo de nutrientes de nuestra dieta que sí ha quedado demostrado que son dañinos para nuestro cuerpo y nuestro cerebro. De hecho, un estudio del Journal of Alzheimer, reflejó que dietas bajas en grasas y altas en carbohidratos concluyen en un mayor riesgo degenerativo.
Sin olvidar, por supuesto, el gran problema del azúcar, detonante estrella de riesgo de demencia (estudio) y de muchas otras enfermedades coronarias o de diabetes, y cuyo consumo se ha visto incrementado en los últimos años por encima de límites indescifrables.
Conclusiones
¿Por qué algo que se ha demostrado que beneficia enormemente a nuestra salud cerebral, es considerado tan malo para nuestro cuerpo?