Como experimentado carpintero y ser humano sensible y de buen corazón, Noé acepta con humildad la misión, por lo que tendrá que construir un arca de de grandes dimensiones para salvar a su propia familia y a cada especie animal.
Tal como Dios se lo pide, no podrá olvidar subir a bordo de su nave a una pareja de cada especie, para asegurar la supervivencia en el futuro. Dios no tendrá piedad con la magnitud del diluvio que lanzará sobre la Tierra, pero tiene un plan esperanzador para todos los pasajeros del arca, de la que Noé será el capitán de una salvación épica.
Un despliegue de adaptación y recreación que no ha escatimado recursos ni esfuerzos tecnológicos, dan vida a una aventura valiente, audaz, con significado dramático, pero a la vez sugerente y profundo. Olvídate de asociar Noé con infantilismo. La Noé de Aronosky representa una respuesta contemporánea a las preguntas que suele hacerse el ser humano sobre la arrogancia y la humildad; una antinomia que constituye los cimientos de la historia de la especie y de la misma humanidad.