Porqué las mujeres ven porno (cuando sus parejas no están)

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En el porno las mujeres pueden ser egoístas: «No hay que ser recíproca en el sexo oral, ni explicar que el punto excitante está unos milímetros más al norte»

No es nada fácil unir los ritmos, y tardar más sin tener que preocuparse por las necesidades y los deseos de la pareja es un alivio. Explorando su sexualidad solas, las chicas pueden ser, en palabras de Eaves, «egoístas» por una vez: «No hay que ser recíproca en el sexo oral, ni andar explicando que el punto realmente excitante está unos milímetros al norte». Paradójicamente, si el hombre se ha educado como amante a través del porno medio, es probable que le cueste más entender el cuerpo y las necesidades de las mujeres. Después de toda la adolescencia teniendo ‘relaciones’ consigo mismo de diez o quince minutos, prolegómenos incluidos, es más difícil asumir cómo es el sexo de verdad en una pareja heterosexual.

Lo que dicen los estudiosos

Que ellas vean porno tampoco tiene que preocupar siempre a un marido complaciente… siempre que siga habiendo sexo satisfactorio en pareja. Si no lo hay, el porno más que un problema será un parche, una señal de aviso o incluso una posible parte de la solución: un nuevo estudio canadiense sugiere que ver porno ayuda a muchas parejas a experimentar más en la cama, aunque solo uno de los dos sea pornófilo practicante. De las respuestas de 430 personas, infirieron que la estimulación erótica (online, en papel o en audio) ayuda en varios aspectos a la vida sexual en común: mejora la comunicación, la comodidad con el otro y abre los horizontes ayudando a evitar la rutina.

Lo que muchos entienden por 'educación sexual'. (iStock)

Estos investigadores también encontraron consecuencias negativas, más sabidas por todos: creación de expectativas difíciles de satisfacer fuera de la ficción, inseguridad por si el otro prefiere el cine a su compañía, y decaimiento del interés por la pareja. El miedo es enemigo de la comunicación y aislarse suele empeorar el problema, así que, si tu chica se está aficionando a los ‘vicios solitarios’, háblalo con ella o toma cartas en el asunto. Como dicen los psicólogos, si haces lo mismo, obtendrás lo mismo.

Lo que dicen en la calle

«Yo veo porno sola», nos cuenta una amiga de treinta y pocos, Natalia. «Nunca de personas reales, solo animación japonesa. El otro no me pone cachonda. Lo he intentado, pero no. Temáticas que me gustan: primera vez del chico con una mujer más experimentada, colegiales que lo hacen por primera vez… En general me pone el rollo inocente, que estén asustados, que se amen locamente… esas cosas». Es bisexual, así que suele ver ‘anime’ hetero y también lésbico: «También me gusta una chica con pechos y pene. El sexo sola y acompañada no tiene mucho que ver para mí, ninguna de las dos modalidades suple a la otra. En algunas épocas he sustituido el porno en el ordenador por literatura erótica, y en ese caso la cosa tiene que ser más cerda y enrevesada, en general».

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