Mujeres para no casarse

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Todo es cuestión de gustos cuando hablamos de mujeres. Y no solo nos estamos refiriendo al físico. Más allá de que a uno le gusten altas o bajitas, rubias o morenas, delgadas o con curvas, están los prototipos psicológicos. Hay tantas clases de mujeres como peces hay en el agua, pero es mejor que no te acerques a algunas de ellas. Si acabas dándole el sí quiero a uno de estos tipos de mujeres, no será porque no se te ha advertido…

  • La celosa obsesiva. En pequeñas dosis razonables, los celos son incluso sanos y necesarios en una relación estable. Pero cuando no existen motivos y se convierten en enfermizos son lo peor del mundo. Hay que tener mucha paciencia para aguantar gritos y numeritos por echar unas risas con una amiga o por quedar con tus colegas sin ella. Si quieres conservar tu vida social más vale que no acabes con una celosa compulsiva. Su actitud posesiva conseguirá que te alejes de todo ser viviente.
  • La eterna insegura. Vale que te pueda gustar llevar los pantalones o ejercer el rol dominante en una relación, pero tarde o temprano acabarás harto de tanto “no sé” y tanto “¿pero tú me quieres?”.[pullquote]Si acabas dándole el ‘sí quiero’ a una de ellas no será porque no te advertimos…[/pullquote] Se consideran inferiores y se preguntan a todas horas qué hace un chico como tú saliendo con una chica como ella. Por mucho que te empeñes en demostrar lo contrario, ella se pasa el día creyendo que la vas a dejar. Este tipo de mujer te hará desperdiciar tu energía constantemente.
  • La arrogante y engreída. Su frase favorita es “yo lo sé todo” y dialogar con ella es casi tan imposible como resucitar a un muerto. A primera vista es una mujer inteligente, culta, emprendedora e independiente, pero su ego es tan grande que supera a todo lo demás. Casarse con una mujer así es estar condenado a monólogos-discusiones y a un estrés constante.
  • Miss braguetazo. Un mileurista corriente es incapaz de mantener a este tipo de mujeres de alto standing, que solo ven en los hombres una cartera llena y tarjetas de crédito. Les pone el poder y se enfadan si no se les da lo que quieren cuando quieren. Joyas, viajes de ultra lujo y excentricidades de diva son su perdición y si no eres capaz de proporcionarle todo eso, se van a cazar otro dejándote hecho trizas el corazón. Porque pensabas que te quería más allá de tu dinero.
  • La equilibrista. Una variante de la insegura, esta clase de mujeres no saben decidir lo que quieren de una pareja. Un día lo tienen muy claro y al siguiente se arrepienten, una noche se meten en tu cama y a la mañana siguiente dicen que ha sido un error y que es mejor dejarlo ir. Mientras tanto, tal vez repite la misma operación también con otros hombres, porque ante la duda es mejor probarlo todo. Ten claro que una equilibrista es una novia a la fuga en potencia.

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