Este diesel nada tiene que envidiar a los tetracilindros. Con 90 CV empuja sin titubeos y con mucha fuerza desde 1.500 rpm y mantiene sin compostura en todo tipo de vías. En cuanto a consumos, hemos medido un consumo medio de 5,5 litros en nuestro circuito habitual sin tener en cuenta el consumo y buscando las bondades del propulsro. En modo económico es un coche que ronda sin problemas los 4,1 litros.
Dinamicamente nos hemos encontrado con un coche más solvente gracias a la suspensión controlada electrónicamente y a la nueva dirección eléctrica que nos da mucha más información de lo que ocurre bajo las ruedas.
La realidad es que, a pesar de no haber modificado el chasis, el Polo se nota más noble y fino en las trazadas lo que redunda en un mayor placer de conducción y de seguridad. Todo ello aderezado con un sistema de frenos con ABS que tiene un tacto esquisito y una mordiente fácilmente regulable.