El Polo que hemos probado tenía nuevos sistemas de ayuda a la conducción como el control automático de distancia (ACC) que está basado en un sensor de radar integrado en el frontal que ajusta la distancia de seguridad en función de la situación del tráfico que nos precede, acelerando o frenando automáticamente.
Está disponible con caja de cambios manual y automáticas de doble embrague DSG y en el caso de la caja de cambios DSG es capaz de frenar y acelerar el coche de forma autónoma en un atasco.
El Polo estrena una dirección asistida electromecánica más ágil y precisa. También, puede disponer de amortiguadores electrónicos de dureza variable “Sport Select”, que se activa pulsando el botón “Sport” del área superior de la consola central. El sistema activa una válvula electromecánica situada en los amortiguadores variando su tarado.
El nuevo Polo 1.4 TDI 90 CV ofrece un consumo medio de 3,4 l/100 km y unas emisiones de CO2 de sólo 89 gr/km. Es un bloque de tres cilindros y en Volkswagen han sido capaces de superar el inconveniente de las vibraciones y de los ruidos extraños.