Por descontado queda que nuestros momentos preferidos para realizar esta u otra actividad se ven distorsionados por factores externos como el trabajo. Esto explica por qué las personas que trabajan en una oficina tendrán hábitos sexuales distintos que los que ‘curran’ en casa o por qué las parejas tienen más relaciones a horas tempranas cuando están libres de compromisos, sobre todo en vacaciones.
Cada década tiene su momento del día para practicar el sexo. Si hacemos ajustes a nuestros horarios según la edad, podremos minimizar el desgaste y maximizar el desempeño. Lo importante es equilibrar el cóctel de hormonas y neurotransmisores.
Entre los 20 y los 30: con la libido a tope
Un hombre o una mujer de 20 años, en pleno esplendor sexual, puede perfectamente sentirse con el ánimo y las ganas suficientes para tener relaciones en cualquier momento del día (con tal de que alguien tenga una cama o un sitio libre). Sin embargo, experimentan un pico de energía a media tarde. La mejor hora para tener sexo es alrededor de las 15:00, asegura Kelley. Esto se debe a que la orexina, un neurotransmisor que promueve el estado de alerta, no se impone a la melatonina (que produce el efecto contrario) hasta pasada la media mañana. Asimismo, recomienda que aquellos en sus 20 se levanten a las 09:30 y se vayan a dormir a la 01:00, pues deberían aprovechar las horas nocturnas en las que aumenta su creatividad.
Entre los 30 y los 40: el mañanero
Las parejas en las décadas de los 30 deben poner sus alarmas sexuales a las 08:20 de la mañana, la hora dorada. “La luz de la mañana aumenta la testosterona en ambos sexos mediante la estimulación del hipotálamo (la parte del cerebro responsable de las hormonas), haciendo ideal las relaciones en este momento”. Según Kelley, el cambio con la edad de los ritmos circadianos hace que los de 30 deban despertarse más temprano que los de 20.