Estás en un lugar público, en el metro, en un autobús, y de pronto sientes algo de comezón, o la necesidad de acomodar tu “paquete”, pero te da pena que te vean que te tocas… pudieran incluso pensar que eres un depravado… ¿Qué hacer en esos casos? ¿Bajarte del transporte? ¿Buscar un baño o un lugar solitario donde puedas acomodarte? O bien, ¿poder hacerlo sin que nadie lo note, pues nunca pondrás tu mano sobre tus partes íntimas? ¡Esa parece ser la mejor opción!
Con una cuerda que cubre toda el área genital y que va en la parte superior de la prenda, justo en tu cintura, con un simple movimiento podrás dar el acomodo que necesites. La idea le surgió a Michael, el creador de esta ropa interior, cuando hacía un recorrido en motocicleta por Colombia, ya que “tenía problemas para reajustar y era doloroso, así que pensé, hay que arreglar esto”.