Sí que es cierto que con la llegada del buen tiempo los calcetines se usan menos, pero aún así esta primavera se vuelve a apostar por ellos con tejidos más adecuados a la época.
Las reglas son pocas. Eso de recurrir siempre a diseños lisos y colores clásicos que concuerden con el zapato se ha quedado antiguo. Ahora se llevan los calcetines de colores estridentes, de rayas, de lunares, con dibujos divertidos y estampados arriesgados.
Puede sonar hortera, pero es tendencia absoluta. Y no estamos hablando de una tendencia entre perfiles extravagantes, asociados sólo a gente joven y underground. Hasta un ejecutivo puede darle un toque original a su estilo a través de sus calcetines. Aunque parezca impensable, esto cada vez va a ser más común. Y si no, al tiempo.