Si tienes dudas sobre esa madurita nueva con la que estás hablando en Tinder, o con la que solo has quedado una vez, estos signos te indicarán con absoluta seguridad si ha caído ya o no en las estadísticas de las auténticas ‘MILF’.
1. No manda mensajes pasivo agresivos
Los hijos, en ellos y en ellas, aumentan el espíritu práctico. Para una madre, pasarse dos horas redactando un mensaje para conseguir lo que quiere sin que parezca que lo necesita demasiado, o haciendo que él crea que decide el plan cuando en realidad lo hace ella, es perder un tiempo precioso. Para ella se acabaron los rodeos.
Las madres no van a cenar fuera por charlar con nadie, sino porque tienen hambre
Hay que cocinar para el día siguiente, cambiar pañales o simplemente escuchar la cháchara de un filósofo menor de edad durante todas las horas libres del día -bueno, allá cada uno si llama libertad a eso-, así que, si sus mensajes son siempre del tipo “Calle tal, número tal a las 20h” hay altas probabilidades de que sea una madre.
2. No deja comida en el plato
No porque los niños de África pasen hambre, que también. Lo que es insoportable es la idea de haber dedicado media hora a guisar en lugar de ver una serie tumbada en el sofá para que luego la comida se estropee, y eso crea hábito.