Uno de los desfiles más aplaudidos fue el de Prada, que ya con su moderna escenografía dejaba intuir los motivos gráficos y tropicales de su colección, titulada Menacing Paradise. La propuesta de Miuccia Prada es una mezcla perfecta de tonos oscuros y sombríos con los alegres prints hawaianos. Pantalones holgados, estructurados blazers de doble botonadura, camisas de seda tropicales y chaquetas de satén. Arriesgado pero triunfador.
Dolce & Gabbana, fieles a su estilo mediterráneo y a su amor por Sicilia, se inspiraron en la mitología y en la isla italiana. Los templos griegos y los rostros de Zeus y Apolo estuvieron presentes en gran parte de las prendas. Tejidos de lino, organza, seda o algodón y siluetas que se abren y respiran para una colección digna de dioses y héroes grecorromanos.
Giorgio Armani, en una paleta de azules profundos y tonos skin, presentó en Milán a un hombre dinámico, elegante y casual chic. Desde largos cardigans en punto de aire bohemio a chaquetas abombadas de neopreno, el italiano refresca los clásicos como nadie sabe hacerlo. De una manera exquisita.