El proceso de duelo debe pasar, no hay atajos, no hay resúmenes. Y tampoco podemos desesperarnos por no tener a una persona especial a nuestro lado. Debemos darle una oportunidad al tiempo, que cruzará nuestro camino con alguien con el que realmente encajemos. Puede que sea la persona definitiva o puede que no, pero debemos aprender a disfrutar del viaje, escuchándonos más a nosotros y si tenemos suerte, al final contaremos con algunas lecciones aprendidas. Por ejemplo, que nos encaprichemos de personas imposibles, no significa que estemos solos.