Pues en esta ocasión viene a ser más o menos lo mismo. El objetivo es observar la reacción del público ante los cambios efectuados tanto en el motor del juego, el nuevo Fox Engine, como en la jugabilidad.
Para hacerse una idea, será posible acabarlo en poco más de dos horas (de ahí su precio: 29,95 Euros), aunque una vez finalizado llevará alguna misión extra y puede alargarse intentando cumplir todos los objetivos complementarios, como recoger ciertos objetos. Por no hablar de que acabar con absoluto sigilo lleva más tiempo que abrirse paso pegando tiros a diestro y siniestro y que puede jugarse una y otra vez variando la forma de finalizarlo.
En esta ocasión, los vídeos brillan por su ausencia, por lo que la experiencia de juego no se verá prácticamente interrumpida, y el enfoque general gana en violencia, con secuencias generosamente explícitas que quizás obliguen a alguno a volver la mirada.
