La eficacia de la mesoterapia reside en la penetración directa de los principios activos que la piel necesita para eliminar grasas o recuperar firmeza. El tratamiento requiere un estudio previo de cada caso en el que el especialista determinará el número de sesiones necesarias para conseguir los resultados deseados.
Para hacerte una idea, son necesarias un mínimo de 10 sesiones para acabar, por ejemplo, con un problema tan habitual como el exceso de grasa en los flancos. Normalmente, las sesiones se realizan dos veces en semana, duran unos minutos y no requieren anestesia.
El tratamiento no resulta doloroso aunque sí puede ser algo molesto especialmente si no te gustan nada los «pinchazos». Tras las infiltraciones, se procede a realizar un masaje manual que contribuya a la mejor absorción de los compuestos y además active la micro circulación de la zona y el drenaje linfático.
Muchos, además del rechazo que le producen las inyecciones (por micro que sean) sienten temor ante los posibles pequeños hematomas (pasajeros) que pueden derivar del tratamiento. Si este es tu caso, tienes a tu alcance la mesoterapia virtual.