El deporte ayuda a que una mentalidad «derrotista» sea impensable porque, según numerosos estudios, la actividad física, el esfuerzo que requiere y el éxito personal que supone conseguir superarte hace que:
- Seas capaz de marcarte metas y ser consciente de que no siempre son fáciles de alcanzar. No eres de los que se desaniman fácilmente.
- Confíes en tus propias posibilidades (si he podido con mi rutina de entreno, puedo con ese problema en el trabajo).
- Sepas que, aunque no logres tu meta a la primera, siempre se puede mejorar y seguir luchando para conseguirla.
- Te sientas orgulloso de ti mismo, valorando tu propio esfuerzo y tu capacidad de superación.
En un momento de «bajón», el deporte puede convertirse en tu mejor aliado ayudándote a cambiar esos pensamientos negativos por una mentalidad que siga el principio de: «Si quiero… ¡PUEDO!».