«Los humanos se comunican de forma inconsciente a través de señales químicas. El hombre emite a través del sudor sustancias que ayudan a la mujer a saber si está interesado en ella o no», asegura la doctora. Según otro estudio de la Universidad de Berkeley, algunos componentes del sudor, como la androstenediona, disminuyen el cortisol, responsable del estrés, y aumentan los efectos de la oxitocina, la hormona del amor.
Las mujeres, cuando están en su punto máximo de fertilidad, prefieren el olor de los hombres que rebosan testosterona, según ha demostrado un estudio realizado por la Universidad del Sur de California. Su ovulación afecta a las preferencias: quieren una cara más varonil o una voz más profunda, características asociadas con esta hormona.
Fuente: El Confidencial