La ausencia de costuras y su comodidad son sus grandes puntos a favor. Los defensores de los meggins dicen que es otro triunfo de la igualdad masculina y femenina en la moda. Si bolsos y faldas ya se han adaptado al armario varonil, ¿por qué no puede hacerlo esta prenda?
Está claro que a un cincuentón con barriga cervecera no le van a sentar muy bien que digamos, pero con el outfit adecuado pueden convertirse en una opción de lo más trendy. Un par de reglas: asegúrate de que sean lo suficientemente gruesos y no los combines con una camiseta o parte de arriba demasiado corta. Vale que quieras lucir tus tan bien definidas piernas, pero tampoco hay que pasarse.
Para los que no se atreven del todo, existe la posibilidad de ponerlos debajo de unos pantalones cortos. Ésta es una interesante combinación muy repetida en pasarelas y street styles. De esta manera también se resuelve una de las grandes carencias de los meggins: los bolsillos.