El dominio colonial inglés hasta 1968, año en que Mauricio obtuvo la independencia, queda patente en el hecho de que se conduce por la izquierda.
Mauricio es sinónimo de costa casi ininterrumpida tanto en el este como al oeste de su pequeño territorio. Las playas del litoral este son las más visitadas por el turismo, y las infraestructuras para el alojamiento son mayoritariamente de lujo. Por su parte, la costa oeste no escarcea atracción, y sus playas suelen tener un ambiente más familiar.
Pero Mauricio no sólo es mar transparente celeste azulado y arenales blancos, sino también selva tropical y exuberante vegetación. Por eso podemos visitar lugares como el Parque Nacional Black River, en el que podremos acceder a alguno de sus miradores, y contemplar el fascinante paisaje, además de alimentar a los macacos con trozos de piña.
Si decidimos sumergirnos en los rasgos culturales de Mauricio podremos visitar el lago Gran Basan, sagrado para los hindúes, y que nos introducirá en toda una experiencia mística. Pero nada es 100% puro en Mauricio, y el hinduismo se fusiona con las danzas y los tambores africanos. Pero si Mauricio es conocida como la Perla del Índico es precisamente por sus playas; 165 kilómetros de un mar mágico que deposita sus aguas en el continente blanco de sus arenas.