Hablemos de lo que deben tener en cuenta para arrancar: manos limpias, uñas cortas y una vagina lubricada.
¿Cómo se logra esto último sin estimular el clítoris? Sencillo: tocar, besar, promover cercanía entre los cuerpos (con ropa y sin ella), hacer que sientan el pene erecto y transmitir emociones. Que ella sepa qué es lo que quiere hacer.
Antes de comenzar a masturbarla es importante que ella esté excitada y lubricada, de lo contrario va a ser incómodo y, en algunos casos, doloroso. Consejo clave: tener las uñas cortas y limpias para no generar molestias posteriores. Si decide usar aceites lubricantes, seguro serán bien recibidos por ella.
Ubique el clítoris. Tenga en cuenta que esta parte del cuerpo es muy, pero muy sensible y cualquier presión inadecuada pasará de ser satisfactoria a incómoda. Para encontrarlo, ponga los dedos al comienzo de los labios externos de la vagina y baje hasta los labios menores, con una leve presión suba nuevamente un poco hasta encontrar esa montañita o protuberancia pequeña que, muy seguramente, la hizo respirar profundo tan pronto la tocó.