Un masaje de estas características no solo aliviará tus molestias sino que dejará tu espalda con una piel envidiable, libre de granitos, puntos negros y cualquier otra impureza.
El masaje deben realizarlo manos expertas y, habitualmente, se lleva a cabo con ayuda de la aplicación de algún aceite esencial que facilite la acción del masajista y aporte los beneficios de la aromaterapia.
Suele tener una duración de entre 20 -30 minutos, tiempo en el cual se alternan los movimientos de deslizamiento de las palmas de las manos con las presiones realizadas con las yemas de los dedos y con suaves «golpes» con los puños o con el canto de la mano.
El resultado es un profundo relax (tensiones fuera), una disminución notable de la sensación de cansancio y fatiga y una mejora importante de la elasticidad y movilidad de esos músculos que, poco a poco, consiguen deshacer la contracción y recuperar su posición natural.