Al arroz le acompaña bien los vinos blancos ligeros y secos, con aromas frutales pero que no sean demasiado dulces. Puede tener toques de acidez, pero no demasiada.
Se puede optar por tintos ligeros, como Garnacha, Gamay, Cabemet Franc, o bien, el Pinot Noir. Para el caso de arroz con sabor más fuerte, como los sofritos o con salsas de sabor intenso, lo recomendable es elegir a los tintos.
La paella contiene arroz, pero es una mezcla de diversos sabores y texturas, que incluye mariscos, verduras y especias. Lo ideal es buscar un contraste con los sabores de este platillo, pero sin que se opaque ninguno. Para la paella valenciana, si el sabor es sutil, va bien un vino rosado, un vino blanco o incluso un espumoso. Si se trata de una paella de mariscos predominantemente, debes buscar un Albariño, Verdejo o Sauvignon Blanc, pero no fermentados en barrica.
Si se trata de una paella vegetariana, pide un rosado fresco y ligero, o incluso un espumoso. Para la paella negra, que lleva tinta de pulpo o calamar, la elección es un Gewürztraminer o un Moscatel de la zona de Valencia o de Alicante.
7. Quesos y aperitivos
La variedad de quesos que existe es tan amplia como la de los vinos, así que te daremos algunos lineamientos generales para lograr un maridaje perfecto.De entrada, los vinos blancos son los que mejor se adaptan a los quesos blandos y de sabores fuertes. Los vinos frutales o blancos dulces, pero que no sean secos, o los vinos de postres son los que mejor se adaptan a la mayoría de los quesos, así que si batallas para elegir, puedes recurrir a alguno de esta variedad.