No creemos que una posición sexual sea un valor seguro para solucionar el problema, pero sí parece una buena idea no plantearse aquello tan cacareado de «salir de la rutina» justo ese día de cansancio con una exhibición de equilibrio y musculación sobre una mesa diminuta.
5. El cansancio es una excusa
En realidad, a no ser que haya problemas de salud muy concretos, el sexo no es ni de lejos una actividad física exigente. Si nunca encuentras el momento, es más probable que haya otros problemas, de comunicación con tu pareja, de estrés o de autoestima, por ejemplo.
Es importante estar en buena forma general para que el cansancio no nos embote, y hacer ejercicio regular es un buen quinto consejo, pero en ausencia de esos problemas el sexo es más bien una forma de obtener energía que de gastarla. La oxitocina que segregamos nos hace sentirnos más seguros y los orgasmos frecuentes contribuyen a la distensión y abren el apetito para hacerlo aún más a menudo.