En el gimnasio solo pasas una hora al día: mantén la actividad física durante el resto del tiempo.
No es cuestión de pegarnos un atracón de entrenamiento durante dos horas al día y pasar el resto de la jornada moviéndonos lo menos posible: es importante que nos mantengamos activos cuanto más tiempo mejor. Una hora en el gimnasio es una pequeña parte de tu día: integra la actividad física tanto tiempo como puedas.
Hidratarnos de forma inadecuada: ¿qué bebes y cuánto bebes?
Tanto hidratarnos de más como hacerlo de menos es inadecuado: cada persona es diferente y necesitará un aporte de líquidos distinto en función de sus características físicas (metabolismo, peso) y también en función de la actividad física que realice (necesitaremos más aporte de líquidos si somos deportistas). El clima, obviamente, también influye en la necesidad de hidratarnos.
Pero algo quizás más importante es con qué nos hidratamos: la fuente de hidratación principal en nuestra dieta debe ser el agua. Hay muchas personas que con la excusa de que el agua no sabe a anda (normal, porque es insípida) pasan a hidratarse con refrescos o zumos, aportando de este modo a su organismo una gran cantidad de azúcares o de otras sustancias que no nos interesan.