Ganar masa muscular va a depender de la intensidad del entrenamiento, no cabe duda, pero el factor decisivo va a ser la ingesta calórica; si ingerimos un excedente calórico, subiremos de peso. Por el contrario, si las calorías que ingerimos son menores de las que consumimos, bajaremos de peso.
2. Existe un peso ideal para tu tipo de cuerpo
No todos los tejidos de nuestro cuerpo pesan lo mismo. El músculo esquelético pesa bastante más que el tejido graso, por lo que es inútil perseguir un número en una báscula.
En lugar de ello deberíamos centrarnos en perseguir un objetivo estético (aunque siempre de forma saludable), y evitar regirnos por conceptos matemáticos como el Índice de Masa Corporal (IMC o BMI, en inglés), ya que este tipo de métodos suelen ser erróneos en deportistas.
3. Solo hay un método para realizar correctamente la sentadilla
Esta es otra de las afirmaciones falsas. Es obvio que debemos prestar mucha atención al alineamiento de la columna vertebral y las rodillas de modo que evitemos lesionarnos, pero no debemos olvidar la gran variedad de sentadillas que hay (la frontal, la Jefferson, la sentadilla sobre la cabeza…), y que cada una de estas es capaz de trabajar de forma distinta, con lo cual, en función de nuestro objetivo necesitaremos enfoques distintos.