No tengo magnetismo natural: ¿cómo puedo entrenar mi carisma?

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– La mirada, como apunta Ana Millán, “debe ser serena y directa, sin resultar intimidatoria”. Y algo también a tener en cuenta, según la experta: regular dónde aparecemos y donde no aparecemos. “No consiste en estar siempre en todos los sitios, sino estar en los que elegimos y de la manera en la que elegimos”.

– Practicar el autocontrol emocional y social también es básico. Como apunta Millán, el reto es “intentar ser expresivos, pero sin querer ser el centro de atención”.

– Y por último, como recurso básico, escuchar siempre al otro con la intención de seguir aprendiendo. “No es una mera cuestión de impresionar al de enfrente, sino de demostrar que nos dejamos impresionar por el otro, teniendo, sin embargo, seguridad interior”, aclara la psicóloga.

¿Preparado para ir entrenando? Recuerda que incluso la persona más tímida y vergonzosa del planeta podría ver resultados muy pronto. Y si no, el ejemplo que rememora el profesor Hernández: “Demóstenes era tartamudo, pero llegó a ser uno de los mejores oradores de la Grecia clásica por confiar en sus capacidades y esforzarse en mejorar”. Definitivamente, ya no hay excusas para convertirse en alguien con mucho charm.

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