A veces las modas parecen no tener límites. Ni siquiera los de la salud o la prudencia más elemental. Y dentro de esta categoría tiene su merecido lugar la polémica práctica llamada eyeball tatoo, que como su nombre indica consiste simple y llanamente en tatuarse los ojos. Aunque ya ha habido sustos y los médicos alertan de que puede llegar a provocar ceguera, la realidad nos demuestra que, una vez más, hay gente para todo.