Pero lo más increíble de esta oferta turística es que la agencia que ofrece esta estadía de ensueño no es la propietaria del submarino, sino que el mismo se contrata por un tiempo determinado, y siempre, según las necesidades de sus huéspedes.
Y son estos huéspedes «exclusivos» los que mandan en todas las instancias, ya que ellos también deciden la ambientación, el estilo y el tamaño de sus interiores.
Considerando lo que puede llegar a ofrecer el turismo de lujo, ¿invertirías tu dinero en vivir esta experiencia?