De hecho, varios estudios muestran que las dietas bajas en grasas pueden afectar de manera negativa a algunos de los factores de riesgo claves para el síndrome metabólico y las enfermedades del corazón.
Pueden aumentar los triglicéridos, bajar el colesterol HDL y aumentar las partículas de colesterol LDL pequeñas y densas.
Así que ya es hora de que las corrientes principales de nutrición retiren la mentira de las dietas bajas en grasas.
3. Una caloría es una caloría. La calidad de la comida es menos importante
Centrarse excesivamente en las calorías es uno de los mayores errores en la historia de la nutrición.
Es un mito que el valor calórico de las comidas es lo que más importa, y no los alimentos de donde vienen las calorías.
La verdad es que las calorías son importantes, pero eso no significa que necesitemos contarlas o incluso que conscientemente tengamos que tener cuidado con ellas. Los humanos eran más sanos y esbeltos mucho antes de saber que existían las calorías.