Cansada de que Facebook se pasara el día sugiriéndome webs de citas, decidí tirarme a la aventura y apuntarme en una de ellas. «Si tantas parejas han salido de ahí será porque funciona», me decía a mí misma, intentando autoconvencerme, mientras rellenaba el cuestionario inicial. Siempre había dicho que eso era para desesperados y gente sin vida social, que ahí solo quedaba la morralla, lo que nadie quería.
[pullquote]Siempre había dicho que las webs de citas eran para desesperados y gente sin vida social, que ahí solo quedaba la ‘morralla’, lo que nadie quería[/pullquote]
Creo que empecé a verlo como algo normal cuando me enteré de que mi hermano y mi cuñada se habían conocido a través de internet. Mi hermano es bastante tímido al principio, por lo que le resultaba mucho más fácil contactar con mujeres mediante estos sitios. Mi cuñada es una empresaria de éxito que no tenía tiempo para salir a buscar hombres, así que se apuntó al mismo portal. Lo suyo fue amor a primera vista, tanto que no tardaron ni un año en casarse.